Peronismo histórico y kirchnerismo efímero
Marx discutía hace tiempo con el reformador Proudhon que era imposible separar en una categoría económica, por ejemplo, la división social del trabajo o el monopolio capitalista, el “lado bueno” del “lado malo” para quedarse solo con el “lado bueno”. En la vida real, decía Marx, de lo que trataba era del movimiento, del equilibrio entre “esos lados”. Así por ejemplo el monopolio engendraba su “otro”, la competencia, y viceversa, la competencia capitalista engendraba el monopolio. De lo que se trataba era de “aniquilar el modo actual de producción” porque solo así se aniquilaría “su unidad, su síntesis, el movimiento, que es el equilibrio real de la competencia y del monopolio”.